martes, 19 de mayo de 2009
UJIER OMBI
Haz desencadenado la venta del infierno. Los santos cubiertos y de espaldas te claman inclemencia para con los golpes de pecho. Modelo de injusticia. Un cortinaje invisible ve pasar tus dudas ¿Muerte o muerte? Entre el olor a fritanga y pancita. Un insano crucificado cerca a ti, te da el alimento de espaldas. No te puede ver a los ojos. La fila fila de arrepentidos llega hasta donde tù estas. Pasa el paquidermo de metal te arroja una bocanada de smog y una càscara de plàtano. Tu miseria vendes. Los cirios descansan cubiertos, tambièn, detràs de ti...
MICROo
La guitarra es parte del cuerpo de mis culpas. Yo canto mientras ellas encubren sus culpas. Hay un àpice de bondad en mi maldad. El sonido del omnibus es el insturmento percutor de mi danza. Debo confesar que pienso en sus vulvas mientras les canto. Las monedas como las medallas no se cuelgan van al bolsillo. Yo canto por la flores de piedad que se dejan en las tumbas. Es un modo de canalizar mi extraña enfermedad. Yo digo ser bueno o reflejar bondad. Yo continùo pensando en sus vulvas mientras ellas disfrazan su libido con muñequitos de jabòn. Las cuerdas se tensan y las desnudan. Yo me acerco a ellas. Yo aùn no he ascendido. El señor que se sienta delantre de ellas no es el mismo delante de ellas ni detràs. Ellas se frotan sus manos mientras yo hundo el diapazòn en mis temores. Porque siemrpe habra una canciòn de despedida entre estertores. Sal del pan.