miércoles, 31 de diciembre de 2008

KABLE

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Arrear los cabos del velero que flota sobre las líneas férreas. Robar cables de cobre. Pelarlos y micro comercializarlos. Frente a una escuela. Soy biólogo pero, micro comercializar cables de cobre me es más rentable. Antes aquí vendían animales en peligro de extinción. Ahora se venden humanos. Tuve mi primera experiencia homosexual en el ala izquierda de la escuela. La salubridad se pierde con las tareas. Ir detrás de cada sonido. También venden flores que ocultan el olor a excretas que hay, en las líneas férreas. El viejecito reaparece una y otra vez mientras camino incansable por la plaza Ramón Castilla. A veces tengo temor de quedarme sordo. Preferiría tornarme invidente pero sordo no. Las muchachitas trepan el muro y al caer sobre las pacas de algodón hacen el amor tibiamente entre sí. Fuego. Los gallinazos picotean el cadáver, mientras en el velódromo los ciclistas giran y giran imperturbables. Su paso cansado y seguro. El me seguía como una vetusta sombra intentando plegarse a la mía. Los cables a veces alcanzan de 330 a 500 metros. Como para que un equilibrista ensaye silentemente. Ocurrió el último día del año 88. Caminaba sin cesar hasta que intempestivamente el vuelo al silencio arrancò. Lucha libre contra el viento. A lo lejos viene el tren. Carne desgarrada bajo las ruedas y el carbón. Invierno de verano para otoño.

martes, 30 de diciembre de 2008

LA KAZA DE PALLEJO

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Una vulva amarilla llena de cemento. Eneo y con las manos en los bolsillos mientras las palomas lo cagan, regodean y sobrevuelan. Aeropuerto de ilusiones extravías. El niño asciende por la superficie de la efigie rumbo a su cabeza. Caer como un ave sin darse ningún golpazo. La casa del Sr. Pallejo guarda herramientas de construcción con las que él, secciona los huesos y la carne de equino putrefacta que, luego comercializa en el mercado Aurora. Huancavelica. Santiago chùcaro. Dar vueltas. Espirahalar. Pareciera que llega o inicia la huida. Rumbo al jarrón chino que Javier de un soplo derruyó. Yo he orinado de madrugada sobre esa efigie sin ser parte de la puesta en escena de Los Escondrijos Espectrales en el Teatro Segura. Dice el Sr. Pallejo mientras carga un enorme odre lleno de carne. No me conmueve tu inmóvil dolor. Quizá si te lanzarás al paso. Quizá. Él murió con la boca abierta sobre la parra. Una alpaca se para delante de la efigie. Esputa. Sí, de vez en vez la noche prostituye a la mañana. Hoy que he venido a saludarle entre las excretas y el cemento. He hallado el gabán vacío. Mejor. Dice que ha ido a saludar a la muerte. Dúctil títere con alas ya hilos de viento.

lunes, 29 de diciembre de 2008

KANVIEJECITO

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Ladran. Abreviar la pobreza con la ceguera. Hay sonidos inùtiles. El nèctar supremo de la mañana y la miseria. El amor no oratiza a nadie ¿Erotiza? Tres canes caminan bìpedos tras de èl, sobre las lìneas fèrreas. Un horizonte de necedades. El sol en el pene. En una botella plàstica de agua mineral se advierte el robo indiscriminado de hìgados. Yo sè incinerar el silencio. Ladran y ladran advirtiendo los hurtos espectrales de la miseria. No sòlo el corazòn, tambièn el estòmago. Recuerdo que, cuando joven me agradaba que Hella me acaricie las nalgas. Me las bese. Pequeña descarga elèctrica que se desplaza desde las pantorrillas hasta tu nariz. Unas gotitas de leche. El culto de la contemplaciòn del vacìo. Cuidado señor que por aquì los perros hurtan voces. Sonrìe mientras se va quedando dormido. El alegre ingreso hacia la muerte. Como un arbusto que cae hacia la izquierda. Llega otro can e intenta orinarlo. No. Saltò hacia el universo tras las lìneas fèrrreas. Desordena su cabello y dale un beso. Ya està muerto. Ello es discutible ¡Gua! ¡Guau! Lame mi herida. Continùa Vallejo quejumbroso. Ignorèmoslo. Parra de violas.

domingo, 28 de diciembre de 2008

EBREO

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Tras el paso de la quietud. El anverso es el horizonte de su vistazo. Ensayar la caminata bocabajo. Virtudes de gusano. Atado a la religiòn lìquida. Tesorito a flote. Levàntese señor àrbol. Es fàcil caer en las noches del dìa. Filosofìa reptante. Soñaba que los pajaritos cerraban sus piquitos y echaban a perder sus nidos. Saliò en busca del biscochuelo de manzanas y hasta ahora no vuelve. Sexo con una botella. Por el ulo y costumbre de ailarse. En aquel pequeño castillo donde apoyado en un cilindro de kerosene le relata sus pàrvulas aventuras a una botella de pasteurina con caña. Soy anciano. Soy audaz. Abran el portòn que el espìritu aislado reingresarà. Percuciòn de instantes. Una oveja pregunta: ¿Què causa el alcoholismo? El exceso de oportunidades causa el aloholismo. Responde el aveztruz. La esperanza ensancha. Persecuciòn de instantes. El anciano se pone en pie. Construye un puente y vuelve a caer. Abstractamente señor elefante que no desea ser jirafa. Volar de vez en vez muy cerca del horizonte ajeno. Es que ayer se atragantò con los dados. Dicen los dedos muertos dentro de los bolsillos ¡Aua!¡Aua!

sábado, 27 de diciembre de 2008

GUIHINBI

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Extrañas melodìas bajo el sol rubì. Gariulla es una yerta sierpe que besa al señor de los zapatos brillantes. Delante de aquel gran muro azul elèctrico. El pròximo siniestro ofrece tan solo las lìneas de sus manos. Es fàcil acabar asì. Como extraìdo del libro de Huarango. Su amada le ha tejido un cangurito que sostiene un cuenco, donde los obolarios depositan, depositaron y depositaràn sus òbolos. El sonido del motor de los automòviles acompañan armoniosamente las melodias del señor de los zapatos brillantes. No traigas los zapatos muy brillants que, asì nadie te darà tus respectivos y merecidos òbolos. El sol rubì brilla ausente victima del comunismo dudoso. Observar. Tan solo observar. No sucede nada. Quiero que mi vida tenga sentido. Que ocurra algo maavilloso o tràgico. La niña introduce sus dedos en su vagina. Dos procrean con Marìa. las melodìas del señor de zapatitos brillantes se exparsen entre el smog y el caos y los alaridos de Marìa. Un òbolo lìquido se deposita en su vagina. Dar o no dar. Fracasamos en la duda.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

HINDI

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Una pequeña plaza de hormigas duerme como él a su lado. Bolsa de viaje para el sueño. De espaldas al cielo. Grandes paquetes dentro de bolsas amarillas se comparan infinitamente a sus pertrechos. Para llevar a algún infierno ¿Tzatù qué haces ahí? No ves. Duermo. Duermo. Duermo. Infinito duermo. Infierno duermo. El cielo observa incandescente y nocturno. Tal vez tú futuro en tu pecho cuando ahora en tus manos y bocabajo. Tengo una cocinita para la memoria e ideas. Me llamo Marzo. Ven jovenzuelo. Aprende de mí. La quietud sobre todas las cosas. La quietud debajo y sobre ti. El este y oeste sabrán entender. Anda, tráeme unas flores. Esas hermosamente secas. Fátima. Tengo un reloj inmisericorde en un de mis bolsillos. No sé si, en el derecho o el izquierdo. Yo creo que en el derech(A). Tan cursi cuando los insectos rodean su cuerpo. En realidad le hago el amor a nuestro planeta. Late su corazón sobre el concreto y polvo. Sueño que los automóviles pasan delante de mí pero nunca me arrollan. Un gallo salió de mi panza. Ya consiguió su regalito. A consignación del olvido. ¿Camisa o polito fue? No, se llama Hipólito. Cucacharas se aíslan entre sus manos. La absoluta miseria que discurre entre sus piernas mientras una gota de leche desdibuja en su glande. Gana la disputa la inmovilidad. Pensar bocabajo de cara a un extraño y rojo paraíso...

HANCIANO GUÌA

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Pasan las páginas. Llámese vagina. Un hermoso adiós nocturno. El mapa del cuerpo de una mujer. Tesoro vano y perdido. Un hermoso dios nocturno impregnado de olores de pollería. Zapatos de papel. Al oído me dice: Oyes una adivinanza. ¿Es sana la venganza de los perdedores en la cima? No lo sé. Es que aún estamos de perdedores. Los automóviles pasan tras de nosotros, como olas nocturnas hacia el caballo de Ramón Castilla. Cartones, plásticos, papeles y màs entre ilusiones caducas. Me veo bello sin rasurar. Hace frío pero hay lucidez. Soy audaz e inmòvil. De niño tenía una vaca que decía MU. Luego empezó a ladrar y digamos que nos abandonamos. Hella a su cima y yo a la sima. Alas de un corazón andante. Las páginas rebasan al viento. Llámese vagina. Mi hermana hará el amor en navidad. ¿Y tú jovenzuelo? Darme una moneda. Ya me hiciste el amor. De todos modos la pija. Llámese página. ¿Duerme el cóndor en su ausencia?

martes, 23 de diciembre de 2008

AFIKADOR

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La comunión de dos seres perversos que desnudos sobre una mesa intercambian el alimento vía su entrepierna... ¿Cuál eres tú? Afilando los dados sobre las ruedas que conducen a la luna. Al olvido de las sierpes que crean lomas. El sonido enternecedor del mañana. Esta en un centro comercial deseando a los vendedores. Buena opción por esta navidad. La libertad combinada en la morgue de un hospital. Se yergue sobre su pedestal y orina sobre la hondonada ¿Quién eres tú para sobrevivir? El perdón trae rencor. Desnudos pescan las ilusiones perdidas. Imposible recapturarlas. I’m lost time. Masticamos cancha mientras él afila los cuchillos. Cobertor de sombras. Solracora. Tupacaput. Sus pies desnudos bajo la mesa. En cada bocado yo yazgo n su entrepierna. Las chispas producidas por el contacto del cuchillo contra el esmeril. Simplemente cuchillo. I’m lost time…