miércoles, 24 de diciembre de 2008

HANCIANO GUÌA



Pasan las páginas. Llámese vagina. Un hermoso adiós nocturno. El mapa del cuerpo de una mujer. Tesoro vano y perdido. Un hermoso dios nocturno impregnado de olores de pollería. Zapatos de papel. Al oído me dice: Oyes una adivinanza. ¿Es sana la venganza de los perdedores en la cima? No lo sé. Es que aún estamos de perdedores. Los automóviles pasan tras de nosotros, como olas nocturnas hacia el caballo de Ramón Castilla. Cartones, plásticos, papeles y màs entre ilusiones caducas. Me veo bello sin rasurar. Hace frío pero hay lucidez. Soy audaz e inmòvil. De niño tenía una vaca que decía MU. Luego empezó a ladrar y digamos que nos abandonamos. Hella a su cima y yo a la sima. Alas de un corazón andante. Las páginas rebasan al viento. Llámese vagina. Mi hermana hará el amor en navidad. ¿Y tú jovenzuelo? Darme una moneda. Ya me hiciste el amor. De todos modos la pija. Llámese página. ¿Duerme el cóndor en su ausencia?

0 comentarios: